¿Proteger la "berrea" de los ciervos en Gorbea? ¿Para cazarlos después?

2017-08-29

Nuestros gestores proclaman la necesidad de proteger a los ciervos ahora en su época de celo, para lo cual regulan el tránsito y accesibilidad del turismo al macizo del Gorbea. Lo curioso es que la protección acaba cuando empieza su caza y descaste.

Nuestros políticos y gestores proclaman la necesidad de proteger a los ciervos ahora en su época de celo, para lo cual regulan el tránsito y accesibilidad del turismo al macizo del Gorbea. Lo curioso de este argumento es que la protección especial acaba cuando comienza el descaste masivo de ciervos en Gorbea, donde la estrategia de gestión desde hace décadas es impedir que su número crezca y se extiendan por otras zonas de Álava mediante cupos ilimitados en el entorno del macizo forestal más importante de Euskadi. Entonces ¿por qué ese afán de favorecer su reproducción cuando lo que buscan es reducir las poblaciones y para ello hay que cazarlos en ausencia de depredadores en Gorbea (como los lobos)? Nos preguntamos el porqué de este tipo de incoherencias ambientales. 

Cuando finaliza el verano en Álava, anual y reiteradamente, asistimos al enésimo capítulo de incoherencia ambiental en medios de comunicación por parte de nuestros gestores y políticos, que en medios de comunicación actúan de portavoces oficialistas, acerca de la necesidad de "proteger" (sic) los ciervos del Macizo del Gorbea , para lo cual es necesario regular y prohibir el acceso a determinados lugares en su época de reproducción, lo cual, por otra parte, nos parece bien, pero no sólo con ciervos y no solo en esa época crítica (hay otras también. El invierno también lo es, más si cabe, y se les caza activa y masivamente según acaba la berrea -a veces, durante incluso-).

Lo que sorprendentemente nuestros políticos y gestores no dicen en los medios de comunicación, ni éstos demuestra interés por el tema, es que para los ciervos en el Gorbea las limitaciones acaban cuando empieza la caza y el control masivo (en algunos cotos, sin cupo) de machos y hembras de ciervo, según la ordenación cinegética de la población de esta especie en Gorbea. ¿Por qué solo hay protección especial en época de celo? ¿No es igualmente crítica la época de partos y reproducción? ¿O incluso el invierno cuando las hembras están preñadas y la disponibilidad de alimento es menor, tal y como señala la literatura científica?

Los ciervos del macizo del Gorbea provienen de la suelta de poco más de una decena de ejemplares en el año 1957 y en 1981. Se trata de una población de ciervos reducida con varios centenares de ejemplares, inferior al tamaño viable oficialmente asumido por biólogos para su conservación a largo plazo, aislada desde hace más de 60 años del resto de poblaciones europeas de ciervos (no solo ibéricas) y fundada por muy pocos ejemplares. Por ello, una estrategia de gestión racional debería apostar por (1) favorecer el crecimiento continuado de esta población y no descastarla año a año (2) permitir la conectividad geográfica de estos ciervos con otros del norte peninsular para aumentar su tamaño de población efectivo, mediante la llegada natural y/o artificial de otros ciervos a Gorbea, y (3) la recuperación de ciervos en otros lugares en Álava, especialmente a otros espacios naturales protegidos de la provincia susceptibles de albergarlos (probablemente, buena parte de la provincia, en todo caso, evalúese) y (4) restituir poblaciones de controladores naturales de los ciervos, como los lobos, para que ejerzan fuerzas selectivas de orden natural y no la selección artificial que produce la caza "humana".

Pues todo lo contrario. La estrategia de gestión en Álava es la contención del estatus demográfico del ciervo en el Gorbea (Parque Natural de Gorbea). Sobre lo que hace la Diputación Foral de Vizcaya no vamos ni a valorarlo.

¿Se han planteado nuestros gestores y medios de comunicación, cada verano, por qué los ciervos están aislados desde hace 60 años en el entorno del Gorbea (espacio natural protegido y Red Natura 2000) estando su origen poblacional limitado a apenas una decena de ejemplares? ¿Se han planteado nuestros gestores y medios de comunicación, cada verano, que la mejor estrategia de protección de los ciervos debería ser otra?

El ciervo es el mayor mamífero presente en Euskadi y es un indicador de la coherencia de la red ecológica de espacios naturales vasca. Por otra parte, no hay más que evaluar estas cuestiones, con el ciervo por ejemplo, en los nuevos Planes de Ordenación de los Recursos Naturales de espacios naturales de la provincia que son Red Natura 2000, esa red que nos venden como ecológica y de conservación (incluida la promoción de más actividades humanas en dichos espacios, en vez de restringirlos de forma efectiva).